lunes, 18 de febrero de 2008

Verguenza propia, verguenza ajena.

Ayer estuve en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán viendo el partido Sevilla Atco-Córdoba y la verdad acabé entristecido y decepcionado.

Ya desde el principio me sorprendió el grado de crispación de la afición sevillista para con los chavales del filial, ya que decidí no situarme en el fondo habilitado para la afición cordobesista. Voces, gritos en contra, comentarios hirientes... no se puede esperar que los chavales jueguen como dioses, porque sólo son eso, chavales y lo hacen lo mejor que pueden.

La cosa comenzó a empeorar cuando la afición cordobesista abucheaba una y otra vez al himno del Sevilla fc cuando esté hacía su aparición en megafonía. Desde siempre me ha parecido una falta de educación no respetar un himno, ya sea de un equipo o una selección nacional y me parece que se está conviertiendo en costumbre el hacerlo. Esto ya molestó a la afición del Sevilla, que poco a poco se fue crispando y subiendo de tono sus comentarios. Mientras tanto, seguían criticando a su filial y pitando e increpando a los chavales.

Todo cambio cuando le dieron la vuelta al partido, todo se tornó en aplausos y gritos de Sevilla, Sevilla, etc... Pero lo peor estaba por llegar. Intercambio de insultos, descalificaciones hacia las ciudades de origen, broncas a la salida del estadio... una pena.

Viene esto porque uno está tan mal acostumbrado a este tipo de cosas que generaliza a todas las aficiones, y no es así. He estado 7 meses en Oviedo y si algo me ha gustado es que todos los ovetenses que conocí se sentían orgullosos del Sporting de Gijón, al que sentía como equipo propio y representativo de la comunidad. Yo esperaba rencor e insultos y me encontré con orgullo y hermanamiento. Todo un ejemplo.

Sepan esos energúmenos, tanto de Córdoba como de Sevilla que me alegré de que ganara el Sevilla al Espanyol el sábado, así como el Betis al Real Madrid. Ayer disfrute viendo los goles del Recre y del Almería, me encanta ver ganar al Cádiz, estoy que no quepo de gozo con el segundo puesto del Málaga cf , sufro horrores viendo al Poli Ejido y al Xerez en la parte baja y así podría seguir con todos los equipos andaluces. Incidentes e insultos como los de ayer no van a conseguir sino reforzar mi idea de que ante todo me siento andaluz.

La violencia sólo genera más violencia.

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