Un crack

Cinco meses de duro gimnasio quedan atrás, estás contento, ilusionado con volver a tocar un balón. Vas a volver a hacer lo que más te gusta en la vida, jugar al fútbol. Calientas a tope, vuelves al vestuario, te cambias, todo a punto, botas nuevas...

Sales al campo, eres el Dios, el sucesor de El Diego, una carrera, balón al hueco. Bien hecho. Gol... Todo va sobre ruedas.

De repente balon en largo, como siempre un sprint a tope y... crack. Un chasquido en el muslo, te resulta familiar, asquerosamente familiar. Te miras, no lo puedes creer. Otra vez... sin embargo lo que más duele está en la cabeza... sabes que costará volver a sentirte a tope... y rompes a llorar.

Y todo el mundo se asombra porque sales llorando del campo. Ellos no lo entienden. Yo sí.



Ánimo Leo.